El suelo pélvico es un conjunto de estructuras fibro-musculares que se encuentran situadas en la parte inferior de la pelvis. Su composición nos dice mucho de su función:
Su principal función es mantener el peso de las vísceras pélvicas. Para ello necesita una adecuada tonicidad (ni hipertonicidad, ni hipotonicidad) y una estructura que le dé resistencia: el tejido conjuntivo.
Los Osteópatas quizá seamos los profesionales que más tenemos en cuenta el tejido conjuntivo.
¿Quieres saber por qué es tan importante esta estructura? Sigue leyendo…
La cavidad pélvica contiene vísceras pertenecientes a los sistemas:
La disfunción del suelo pélvico suele ser la causa más habitual de alteraciones funcionales de los órganos que contiene la pelvis.
Los síntomas más frecuentes relacionados con el suelo pélvico son:
Como ya sabes el suelo pélvico de los chicos y el de las chicas es diferente.
Si te fijas en la imagen se puede apreciar que la parte posterior el suelo pélvico (la de abajo) es idéntica, y está formada mayormente por tejido muscular. El músculo más famoso es el elevador del ano.
Las diferencias están en la parte anterior, ya que la mujer tiene el canal del parto. Este es el motivo por el que las mujeres son más propensas a sufrir descensos viscerales por ese canal (de vejiga: cistocele, de útero: histerocele, o de recto: rectocele), sobre todo si la mujer ha tenido uno o varios partos.
Una mala postura puede ser la causante de disfunciones del suelo pélvico y viceversa: una disfunción del suelo pélvico puede ser la causa de un problema de postura. Como se suele decir, es el pez que se muerde la cola.
La causa más frecuente es una hipotonía del suelo pélvico.
Por tanto, si tienes problemas en el suelo pélvico posiblemente lo primero que tendremos que mejorar es tu postura para que el peso no recaiga en la parte anterior del suelo pélvico, tal y como se muestra en la imagen.
Muchas veces no sabemos qué ha sido antes ¿el huevo o la gallina?
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Las posturas mantenidas de los estudiantes y de todos los que trabajan delante de un ordenador son un reto para la estabilidad de la columna.
Estamos diseñados para movernos.
Como hemos visto, una mala postura influye en el suelo pélvico. Es un hecho que estar muchas horas sentado debilita el suelo pélvico.
Un problema postural acaba afectando al suelo pelvico.
Si te llama la atención la postura de tu hijo/a, llámanos, podemos ayudarle.
No hay una receta mágica para mejorar nuestro suelo pélvico.
Hay que analizar cada caso de forma INDIVIDUALIZADA para determinar que factor o factores debemos trabajar para mejorarlo.
Los motivos más frecuentes son:
El objetivo es crear una sinergia entre todos los elementos que intervienen en el mantenimiento de nuestra estabilidad.
Si quieres mejorar la función de tu suelo pélvico, llámanos. Podemos ayudarte.